CONOCIMIENTOS: Agua y Electricidad.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de cómo se puede generar electricidad en una central hidroeléctrica y de forma masiva. Pero, ¿y a nivel más «doméstico»?
De forma habitual pensamos (o incluso hemos experimentado esa «intensa» sensación) que trabajar sobre la electricidad con las manos mojadas es algo que definitivamente no hay que hacer, pues corremos un riesgo muy notable de recibir una descarga eléctrica.
Esto, por tanto, nos lleva a pensar que el agua es un conductor de la electricidad; pero no es exactamente así…
Hace un par de posts, en nuestra cuenta @saintloyalty, ya vimos como se lavan lineas «energizadas» (o sea por las que circula corriente) con agua a presión. ¿Cómo es posible?
Lo que en realidad hace que el agua aparente ser peligrosa, no es el agua en sí. El elemento H2O por si mismo no es conductor.
Por anotarlo de forma sencilla, son las sales minerales que se encuentran en suspensión en el agua (como el sodio, potasio, calcio, magnesio, cloro, fósforo…) las que están ionizadas, es decir, cargadas eléctricamente y es por ello que la electricidad «salta» de ion en ion produciéndose la conductividad del agua y por tanto la descarga eléctrica en nuestro cuerpo, el cual, por supuesto, llevamos cargado eléctricamente y con un porcentaje de agua de aproximadamente un 60%, el enlace está servido.
Para acabar, un ejemplo: Un gran número de ordenadores, sobre todo los de muy alto rendimiento (como los usados para producción de vídeo, 3D o videojuegos) utilizan las refrigeraciones líquidas para eliminar el calor de los componentes y que la máquina opere dentro de los límites de temperatura de trabajo óptimos, lo cual no representa un grave riesgo para éstos.